El ser humano, debe gran parte de sus comportamientos a las emociones, debido que se reacciona ante ciertos estímulos que provoca variedad de respuestas. La incertidumbre, podría definirse como la mayor preocupación del ser humano, ya que impide pensar en el futuro y controlar cualquier cosa del mañana. Para que los sentimientos no nos dominen y afecten a nuestro bienestar psicológico, debemos aprender a manejar todo tipo de emociones y entender, que no siempre podemos tener todo bajo control.
La sensación de la incertidumbre emocional, comprende una situación incierta, al que la persona debe enfrentarse a lo desconocido. La incertidumbre además, puede generar otras emociones que provienen del miedo, como la preocupación o el estrés. Para poder o intentar controlar esta sensación, podemos hacer uso de la inteligencia emocional, una habilidad capaz de asimilar, percibir y comprender, tanto las propias emociones como las de los demás. Otras cosas que pueden ayudarnos a superar la incertidumbre son:
- Mantén tu cabeza ocupada y despreocupada. La preocupación, muchas veces puede invadir nuestra mente por completo y paralizarnos, por lo que debemos centrarnos en actuar ante las mismas. Por otro lado, conviene destacar que debemos actuar de forma positiva, ya que los pensamientos negativos, empeoran la situación.
- Practica actividad física. Esto puede ayudarnos a despejar la mente y a disminuir la incertidumbre, ya que ocupamos la mente en otras actividades y no pensamos en aquello que nos preocupa. Con ello, estarás liberando endorfinas que permiten que tu cerebro funcione de manera óptima.
- Piensa en tus proyectos. Es una de las maneras que tenemos para poder lidiar con la sensación de miedo. Al mantener la cabeza ocupada en los proyectos académicos, laborales o personales, se centra en cumplir con las actividades planteadas.
- Encuentra un hobbie o pasatiempo. Estos consiguen aislarnos del mundo y de lo que nos rodea, además de aportarnos tranquilidad y relajación, es un tiempo que dedicamos a nosotros mismos, sin que nada lo perturbe.
Vivir el presente, es la clave fundamental para afrontar la incertidumbre, por lo que si eres una persona que suele pensar frecuentemente en el futuro, conviene que te centres en el momento, para que las emociones no te dominen.