Los rábanos, forman parte de la familia del nabo, la col, el berro y la coliflor. Son muy conocidos por su raíz comestible y los podemos encontrar de forma distinta, de varios colores y tamaños, siendo más común el de color rojo por fuera y blanco por dentro. Estas raíces, tienen una textura crujiente y su sabor es picante, pero además, contienen una serie de propiedades que ayudan a mejorar el estado de nuestra salud.
Aporta, una opción saludable para muchas de las recetas, ya que tienen un alto nivel nutritivo y aportan pocas calorías. El rábano entre su contenido, destacada por la cantidad elevada de vitamina C, y debido a ello, el sistema inmunitario del organismo, se fortalece. Además, también regula el metabolismo, reduce el daño oxidativo y ayuda a la síntesis de colágeno.
El jugo que desprende el rábano, ayuda a destruir los cálculos que se forman en la vesícula biliar. Las enzimas que contiene, ayuda a regular la producción y el flujo de ácidos, bilis y enzimas hepáticas. Para el corazón, el rábano también le otorga beneficios, ya que reduce el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, y gracias a su pigmentación de color rojo, el flujo de sangre aumenta, relaja los vasos sanguíneos y regula la presión arterial.
El rábano es uno de los alimentos ideales de incorporar en cualquier dieta para bajar de peso, debido a su bajo contenido en carbohidratos y grasas y gracias a que contienen abundante agua y fibras, que ayudan a prolongar la saciedad. Gracias a sus antioxidantes, permite mantener la salud de la piel, facilitando la síntesis de colágeno, la proteína que hace que la piel tenga un buen aspecto.