Como bien hemos mencionado en anteriores artículos, esta planta tiene un lugar importante en la medicina tradicional, debido a sus virtudes curativas, ya que con ellas se han conseguido aliviar muchos problemas que afectan a la salud. Uno de los usos más conocidos del romero, es su poder de mejorar la digestión, ya que funciona como protector en el hígado, estimulando sus acciones, al igual que las del páncreas y la vesícula biliar.
Otra de las características del romero, es que contiene propiedades tonificantes y antioxidantes, por lo que en aquellos casos de convalecencia y astenia, puede actuar de forma eficaz contra la fatiga tanto mental como física. Gracias a su efecto antioxidante, participa en el mantenimiento de la memoria, previene el declive intelectual y además, retrasa el envejecimiento de las células. No obstante, el romero también tiene su utilidad en campos como los siguientes:
- Para problemas con el cabello.
- Para la enfermedad de la gota y reumatismos.
- Para las condiciones dermatológicas, como el acné, las heridas, la celulitis o los hongos.
- Para enfermedades como la tos ferina, el asma o la tos espasmódica.
- Para trastornos nerviosos como el estrés y el insomnio.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los usos del romero, no pueden emplearse en ciertas personas, como en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia ni en niños menores de 12 años, así como tampoco en personas que padecen de cálculos biliares.