La ortodoncia interceptiva, es un tratamiento en el que se emplean aparatos para corregir ciertos problemas de oclusión durante la infancia, una etapa en la que los huesos aún están en periodo de crecimiento. El cuidado de la salud bucodental desde estas edades, es imprescindible para promover el bienestar de los más pequeños. Por esta razón, es conveniente visitar al dentista para detectar a tiempo cualquier tipo de anormalidad y realizar un tratamiento efectivo para resolverlo cuanto antes. En relación a ello, la ortodoncia interceptiva de la que hablamos en este artículo, supone una intervención rápida para resolver las alteraciones de mordida.
Este tipo de ortodoncia, evita la progresión de situaciones que tienen como resultado, anomalías más acentuadas y que requieren tratamientos más complicados, costosos e invasivos. Aparte de cuidar la función bucodental, también resuelve las maloclusiones, la estética y sobre todo la salud bucal de los menores. El objetivo que tiene la ortodoncia interceptiva o temprana, es como su nombre indica, interceptar el crecimiento anormal de la estructura maxilofacial para guiar el desarrollo adecuado del hueso.
Suele utilizarse para mejorar el desarrollo muscular, óseo y dentario, antes de que finalice a erupción de los dientes definitivos, ya que al controlar el tamaño y la posición de los maxilares en su desarrollo, se evitan problemas más severos de oclusión en un futuro. De esta forma, se evitan los tratamientos más complejos, costosos y largos, que se emplean cuando el hueso ya está completo. Este tipo de tratamiento, es necesario cuando el odontólogo pediatra ha diagnosticado una anomalía, ya que esto es posible gracias a las visitas que se le realizan regularmente durante la infancia, para hacer un seguimiento del desarrollo de los dientes en los niños.
Lo ideal es solicitar una consulta con el profesional, antes del primer año del niño o niña y que estas visitas, sean periódicas cada seis meses, para hacer un seguimiento oportuno del estado y del desarrollo que están teniendo. De esta forma, se evalúa si el crecimiento óseo dental es adecuado o por el contrario, requiere de una interconsulta con el ortondoncista.